Muchos sistemas de impuestos sobre la renta personal en los países gravan varias fuentes de ingresos individuales, incluidos los ingresos de inversiones como los dividendos y las ganancias de capital. La tasa impositiva más alta que pagan los individuos sobre los ingresos por dividendos difiere significativamente entre los países europeos.
Un dividendo es un pago realizado a los accionistas de una corporación a partir de las ganancias corporativas después de impuestos. En la mayoría de los países, estos pagos de dividendos están sujetos a impuestos sobre dividendos. Las tasas de impuesto a los dividendos mostradas en el mapa adjunto reflejan la tasa impositiva personal más alta sobre dividendos, después de considerar todas las imputaciones, créditos o compensaciones.
Suiza tiene la tasa impositiva más alta sobre dividendos entre los países europeos, alcanzando hasta el 35%. Francia, Finlandia y Bélgica le siguen, con tasas que llegan hasta el 30 %.
Por otro lado, Irlanda y Portugal tienen tasas impositivas que llegan al 25 % e Italia el 26 %.
Estonia, Letonia y Malta son los únicos países europeos cubiertos que no gravan los ingresos por dividendos. En el caso de Estonia y Letonia, esto se debe a su sistema impositivo corporativo basado en el flujo de efectivo: en lugar de imponer un impuesto sobre dividendos, gravan un impuesto sobre la renta corporativa del 20 % cuando una empresa distribuye sus ganancias a los accionistas. Malta, por otro lado, permite a los accionistas compensar el impuesto sobre la renta personal de sus ingresos por dividendos contra su tasa impositiva corporativa del 35 %, lo que resulta en una tasa máxima del 0 %.
Entre los países que sí gravan un impuesto sobre dividendos, Bulgaria, Georgia y Grecia tienen la tasa impositiva más baja, del 5 %, seguidos de Moldavia y Ucrania, con el 6 % y el 6.5%, respectivamente.
Entre los 35 países europeos, la tasa impositiva máxima promedio sobre dividendos es del 20.4 %.
En muchos países, los beneficios corporativos están sujetos a dos capas de impuestos: el impuesto sobre la renta corporativa a nivel de la entidad cuando la corporación obtiene ingresos, y el impuesto sobre dividendos o ganancias de capital a nivel individual cuando esos ingresos se transfieren a sus accionistas como dividendos o ganancias de capital. Sin embargo, algunos países han integrado su sistema de impuestos sobre la renta corporativa y sobre dividendos/ganancias de capital para eliminar esa doble imposición.
En un entorno donde las tasas de impuesto a los dividendos varían significativamente entre los países europeos, es esencial optimizar su estructura financiera para maximizar los rendimientos de la inversión. En Dividend Refund, entendemos la complejidad de los impuestos sobre dividendos y podemos ayudarlo a obtener reembolsos de impuestos sobre dividendos en países donde haya pagado impuestos.
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Fuente: Tax Foundation Europe