Las empresas que generan beneficios enfrentan una decisión crucial sobre qué hacer con estas ganancias. Generalmente, tienen dos opciones:
1. Reinvertir el dinero en la propia empresa para mejorar sus operaciones y generar aún más ingresos.
2. Distribuir los fondos excedentes entre los propietarios de la empresa, los accionistas, en forma de dividendos.
Cuando una empresa decide distribuir dividendos, se enfrenta a la doble imposición, un aspecto fiscal que puede complicar significativamente la gestión financiera y la planificación estratégica. La doble imposición se refiere a que las ganancias son gravadas dos veces: una vez a nivel corporativo y otra vez a nivel individual de los accionistas.
¿Cómo funciona la doble imposición?
La primera imposición ocurre al final del año fiscal de la empresa, cuando esta debe pagar impuestos sobre sus ganancias. Posteriormente, cuando los accionistas reciben los dividendos de las ganancias después de impuestos, estos deben pagar impuestos sobre esos ingresos como parte de sus declaraciones fiscales personales. Así, los accionistas pagan impuestos primero como propietarios de una empresa que genera ganancias y luego nuevamente como individuos que deben declarar esos dividendos como ingresos.
Doble imposición internacional
La situación se complica aún más cuando los dividendos provienen de inversiones internacionales. En estos casos, los dividendos pueden estar sujetos a impuestos tanto en el país donde se generan las ganancias como en el país de residencia del accionista. Esto no solo aumenta la carga fiscal, sino que también introduce una capa adicional de complejidad administrativa. Los tratados fiscales entre países pueden mitigar este problema, pero la reclamación de créditos fiscales y la navegación por las regulaciones internacionales requieren una gestión cuidadosa y conocimiento especializado.
Dilemas para los CEO y estrategias empresariales
La doble imposición también plantea un dilema para los CEO de las empresas al decidir si reinvertir las ganancias internamente o distribuirlas como dividendos. Debido a la doble imposición de dividendos primero a nivel de empresa y segundo a nivel personal financiero de los accionistas, puede parecer más lógico para algunas empresas reinvertir el dinero en proyectos que puedan proporcionar a los accionistas ganancias en plusvalías.
Optar por la reinversión interna no solo puede evitar la doble imposición, sino que también puede impulsar el crecimiento a largo plazo de la empresa, mejorando su competitividad y su capacidad de generar ingresos futuros. Sin embargo, esta estrategia debe ser cuidadosamente balanceada con las expectativas de los accionistas, quienes pueden preferir recibir dividendos como una forma de ingresos inmediatos.
La doble imposición de dividendos es una realidad que afecta las decisiones estratégicas delas empresas y la rentabilidad final que los accionistas obtienen de sus inversiones. En Dividend Refund, entendemos la importancia de gestionar eficientemente estos aspectos fiscales. Ofrecemos nuestros servicios para ayudarle a maximizar sus retornos y simplificar el proceso de reclamación de doble imposición internacional sobre dividendos.
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Fuente: Investopedia